Su nombre aparece ahora pronunciado por todos, aunque antes de esta jornada fuera prácticamente un desconocido aún en el universo del tenis profesional para varones.
Alejandro Tabilo, raquetista chileno, enfrentó en la segunda ronda del certamen de la capital italiana, al serbio Novak Djokovic, nada más y nada menos que el jugador número uno del mundo.
Como es fácil suponer, los pronósticos señalaban como ampliamente favorito al raquetista europeo, pero en la cancha de arcilla la historia se desarrollaba con otra orientación.
Tabilo se impuso en dos sets consecutivos a Djokovic y con ello produjo una de las grandes campanadas de esta temporada en la llamada ATP y desde luego en el torneo de Roma, que lamentablemente se ha quedado sin uno de sus grandes atractivos.