Fue la final soñada, no solamente porque se enfrentaban los mejores jugadores del torneo, sino también por la enorme calidad que derrocharon en la arcilla de “Roland Garros” y que deleitaron a lo millares de fanáticos que allí se congregaron.
Millones de aficionados más pudieron disfrutar de este encuentro en la final olímpica de la disciplina del tenis en la rama varonil, en donde Novak Djokovic y Carlos Alcaraz, chocaron de nueva cuenta.
En esta ocasión la balanza se ha inclinado a favor del raquetista serbio, quien en dos sets consecutivos logró colgarse la medalla de oro, siendo uno de los trofeos que le faltaba acreditarse en su brillante carrera.
Por su parte, Carlos Alcaraz, debió conformarse con la presea argenta, cayendo en dos sets finales, por la vía de la muerte súbita, lo cual señala con claridad lo cerrado de la batalla por la corona olímpica en el tenis varonil.