Se han cumplido los peores pronósticos para el mariscal de campo de los “Jets” de Nueva York, Aaron Rodgers, quien salió lastimado del partido que su equipo disputaba en la jornada número uno de la temporada regular de la NFL.
Acosado por un grupo de jugadores defensivos, el veterano pasador fue derribado y en ese momento el tendón de Aquiles del pie derecho se rompió, provocando graves dolores al jugador con el jersey número 8.
Evaluado por los médicos del conjunto neoyorquino, Aaron Rodgers fue notificado de que deberá ser intervenido quirúrgicamente para atender la rotura del tendón de Aquiles y en consecuencia no podrá volver a los emparrillados durante un periodo prolongado.
Siendo la contratación más cara de los “Jets” para esta campaña, el acontecimiento negativo representa un duro revés para todos los involucrados, el jugador en primer término, el equipo de los “Jets”, los fanáticos y hasta la escuadra de los “Empacadores” de Green Bay, quienes también habían intervenido en la transferencia del muy experimentado mariscal de campo.