Arrestado por elementos de la Policía de la ciudad de Los Ángeles, California, en los Estados Unidos, el pitcher mexicano Julio Urías debió enfrentar un proceso judicial, que le ha traído secuelas muy negativas para su trayectoria profesional.
Señalado por algunos de sus vecinos de violencia doméstica en contra de su pareja, el lanzador mexicano fue dado de baja de manera casi inmediata por la organización de los “Dodgers” en el béisbol de las Grandes Ligas.
Después de meses de investigación, la Fiscalía de Los Ángeles ha decido no presentar cargos contra el serpentinero mexicano y con ello, su proceso legal ingresa en un territorio mucho más confortable para el pelotero.
En estas condiciones, Julio Urías podría buscar acomodo con cualquier otra novena de las Ligas Mayores, pues ahora mismo su condición es la de un agente libre, por lo cual podría contratarse para defender otra franela.