Una expectativa muy alta que después fue opacada por severas críticas, no fueron impedimento para que la visita de la novena de los “Yankees” de Nueva York, se convirtiera en todo un acontecimiento, en la capital de la República Mexicana.
Muy a pesar de que la alienación de los llamados “Mulos” de Manhattan no presentaba a sus peloteros más renombrados, la sola presencia de algunos de ellos, justificaron la algarabía de millares de fanáticos.
Robinson Canó se robó el espectáculo en el cotejo que ha favorecido a los “Bombarderos del Bronx”, ante la escuadra escarlata de los “Diablos Rojos” del México.
Bien podrá decirse que en materia de atractivo y de espectáculo la serie ante los neoyorquinos cumplió con su propósito, generando la expectativa para que en el futuro cercano, la visita que demoró poco más de medio siglo, no se vea tan retrasada en una próxima ocasión.