Un partido carente de brillantez, ausente de animosidad y con escasas ocasiones de gol en ambos marcos, es el que han protagonizado el conjunto de Coapa y los “cementeros”, en el engramado del estadio Azteca.
Tuvo que presentarse la intervención del juez central para que el marcador pudiera inaugurarse, al señalar una falta sobre Israel Reyes, cuyo cobro corrió a cargo de Henry Martín, para conseguir la única anotación del cotejo.
Partido anodino, que ni siquiera las estridencias de los relatores consiguió animar, pues las acciones en la cancha eran bastante erráticas y no provocaban que el encuentro tomara matices mucho más atractivos.
Al final, América logra el bicampeonato consecutivo y con ello suma su título décimo quinto en la división de honor del futbol mexicano, haciendo víctima de ello, de nueva cuenta a los cruzazulinos.