Enfado es lo que se ha observado en el rostro y en las expresiones de Patrick Mahomes, el mariscal de campo de los “Jefes” de Kansas City, quienes sufrieron casi lo indecible en la semana número dos de la temporada regular de la NFL.
Como defensores del título del futbol americano profesional de los Estados Unidos, se esperaba una ventaja mayor ante los llamados “Bengalíes” de Cincinnati.
A pesar de jugar como locales, los “Jefes” lucieron muy erráticos en la ofensiva, permitiendo dos intercepciones, en tanto que Patrick Mahomes sumó solamente 151 yardas por pase.
Ciertamente lograron la victoria con un gol de campo de último segundo, pero las se incrementaron de cara a su choque de la tercera ronda ante los “Halcones” de Atlanta.